Recuerdos que no voy a olvidar...

Cada recuerdo, cada instante vivido, cada campeonato, cada gol, cada lágrima, cada anécdota, cada triunfo, cada derrota... Todo, absolutamente todo es una huella de nuestra existencia, de nuestra presencia que nada ni nadie borrará jamás.

viernes, 15 de octubre de 2010

No hay peor ciego que el que no quiere entender

Mi raza cervecera, esa que me hizo voltear a ver y enamorarme de la CELESTE, esa que me hizo llegar al salón de primaria, secundaria, institutos, universidad, a todas esas diferentes aulas y siempre estar firme y levantando el pecho de orgullo cada vez que me preguntaban hincha de qué equipo era, y yo respondiendo: del SPORTING CRISTAL. Esa legión diferente de guerreros que no se amilanan por ser minoría, esa que nunca busca ser parte de la mayoría equivocada, mayoría alienada, mayoría de mierda; toda esa ideología hace que esta vez dedique unos minutos de mi tiempo en escribir un artículo para recordar un nombre que está siendo muy cuestionado. Y así este blog se gane la antipatía de todos los fanáticos CERVECEROS, yo no puedo renunciar a mis principios de ir siempre contra la corriente, y siempre, con fundamentos de sobra para demostrar que lo que aquí escribo es por una razón, válida o no, pero una razón inspirada en lo que creo, y no en lo que escucho decir a otros para quedar bien, o para desfogar mi rabia…


En 1991 llegó el técnico que no titubeó en dejar todo un pasado atrás por atreverse a empezar un proyecto que, finalmente, dio resultados. Ya deben saber de quién estoy escribiendo. sí, es Juan Carlos Oblitas, y aunque a muchos no le guste ahora, esos “muchos” se hicieron hinchas CELESTES gracias a él, aunque ya no se lo reconozcan, aunque lo insulten y le tiren barro por impotencia, por agarrársela con alguien por este mal momento del equipo, aunque me insulten a mí por escribir todo esto, tengo que hacerlo. Tengo que reconocer que si el ‘Ciego’ no hubiese tomado al equipo en esos años de muchos cambios a todo nivel, hoy Cristal no tendría la hinchada que tiene, y seguiría siendo el equipo con simpatizantes escondidos, esos de los que habíamos antes, uno por salón, uno por familia, uno por barrio, uno entre 20 hinchas de otros dos equipos.


Y llegó el ‘Ciego’ a nuestra casa, y armó un equipo para ganar algo, gente de experiencia trajo y la juntó con jóvenes talentosos, nacidos en la misma Florida, en esa misma sede donde nació la Barra Popular. Vinieron Franco Navarro, Leo Rojas, el ídolo eterno, la ‘Pepa’ Baldessari, salieron de las canteras un ‘Chorrillano’ Palacios, un Pablito Zegarra. Y hay años que se vuelven emblemáticos, como ese 1991, cuando desde la popular se comenzó a germinar una idea, una razón de vida, un estilo diferente de hinchar por un equipo, de sentir un orgullo diferente, raro, irracional, fácil hubiese sido hacerse hincha de algún equipo popular, pero lo que fácil se puede hacer más rápido llega a aburrir, y no, llevar estos colores en el pecho no es cuestión de moda pues, es cuestión de aprender desde muy chico a decidir por uno mismo.


Y nació la BARRA POPULAR y nació un ÍDOLO POPULAR y salimos campeones, con una tribuna diferente, cantando, saltando, alentando, guerreando todos los partidos, en todas las canchas y contra todas las hinchadas. Y nació la identificación del joven hincha con el, por entonces, joven entrenador. Y nació la canción que dice: “DE LA MANO DEL CIEGO VAMO A SALIR CAMPEÓN, QUÉ ALEGRÍA, QUÉ ALEGRÍA, OLE OLE OLE…”. ¿Quién se atrevería a negar eso…? Y pasaron los años, y el Profe se fue y regresó, y regresó para hacer más de lo que ya había hecho. Y de un equipo joven nació el histórico tricampeonato, y como para poner la cereza en la torta, se llegó a una final de Libertadores soñada, y esperada ahora. Esa es una cuenta que algún día vamos a saldar.


Es cierto que a partir del año 2000, en los retornos del ‘Ciego’ no ha habido nuevas vueltas olímpicas, ni grandes torneos, pero también es verdad, que en el siglo 21, esa camada de jóvenes y talentosos futbolistas combinado con los experimentados extranjeros ídolos, ya no estaba. Y los que estaban ya no eran los mismo de antes. Y pasó lo que nadie nunca hubiese imaginado, Francisco Lombardi, el que llamó a Oblitas para iniciar un ciclo brillante de triunfos y campeonatos, echó al Profe por malos resultados. Y como el ‘Ciego’ siente a la Florida como su casa, volvió en el 2007, y para los que ya se olvidaron (porque así somos los peruanos), de la que nos salvó. ¿O no?


Y reconozco, los dos años siguientes han sido para el olvido y ni qué decir de este 2010. Pero yo, que he vivido los buenos momentos, los de gloria, no me voy a echar a llorar y despotricar contra una persona, acusándola de ser la culpable de todo esto. Y menos, de alguien que ha hecho tanto por mi club. ¿Acaso no ven que los dueños de la Backus ya no quieren saber nada con el Sporting Cristal?, ¿justifica este mal momento? , claro que no, pero yo entiendo que se contrata lo que hay para pagar. Como todos celebraban las primeras fechas que se le ganaba a las de la u, y que estábamos invicto, ahora que no vamos bien, hay que seguir apoyando no más y proponer ideas para sacar adelante nuestro querido club, pero sin ser mezquinos ni desmemoriados.


Y con este artículo me voy a ganar la antipatía de muchos o todos los que lo lean. Pero qué puedo hacer, así es mi raza. Soy CELESTE porque nací dando la contra en todo, porque no me dejo llevar por lo que dice la mayoría y tengo mis propios puntos de vista. Y sí, confieso que he puteado a Oblitas cuando perdíamos partidos por su culpa, pero cargarlo con todo lo que pasa al club hace años, no me parece justo. Además, si todos somos hinchas, culpables somos todos, y nosotros mismos tenemos en nuestras manos cambiar esta situación que duele, pero que estoy seguro vamos a superar, con el ‘Ciego’ o no, y ese día en que volvamos a dar una vuelta no habrá chamba ni ley seca que impida que toda la cerveza del Perú se termine en un solo día.

miércoles, 7 de julio de 2010

Viejo, mi querido Viejo

Una noche de miércoles de 1993 en el Estadio Nacional, Sporting Cristal le ganaba 2 goles a 1 a alianza. El fin de semana tenía que jugar contra el Deportivo Sipesa, si ganaba clasificaba como subcampeón a la Copa Libertadores del año siguiente. Era un sábado soleado de diciembre. La Celeste jugó bien con el equipazo que tenía ese año,- lanzo algunos nombres: el brasileño Marquinho (su contratación fue el pase más caro de la historia del fútbol peruano), su compatriota Julinho, el ‘Coyote’ Rivera, Jorge Soto, Roberto Palacios, etc. – le llegó por todos lados el conjunto chimbotano, pero no pudo hacer el gol de la victoria. El responsable del cero a cero tenía nombre propio: Julio César Balerio. Esa tarde el ‘Viejo’ tapó de todo. El siguiente miércoles volvía a enfrentarse con alianza, empatamos 1 a 1 y quedamos fuera de la Copa por penales.


En 1994 Juan Carlos Oblitas regresó al Rímac para reemplazar al entrenador brasileño Juan Carlos Amaral. Lo del año anterior se consideró como un fracaso, Cristal había armado el ‘dream team’ y ni siquiera pudo llegar a la Libertadores. Pero el ‘Ciego’ tenía carta libre para hacer su equipo, y mezcló la juventud con la experiencia, que venía mayormente del extranjero. A Pablito Zegarra, Roberto Palacios, Jorge Soto, el retornó de Nolberto Solano, quien jugó a préstamo en Municipal en el ’93, se le sumó la consolidación del gran capitán paraguayo Pedro Garay, y la llegada de un recorrido y buen arquero uruguayo. El portero responsable de la eliminación de la Copa firmaba por el Sporting Cristal en el epílogo de su carrera, el ‘Viejo’ Balerio.



El ‘yorugua’ era un guardameta diferente para el fútbol peruano, él no rechazaba la pelota, daba pases largos, la ponía en la cabeza del delantero, había jugado en equipos como Boca Juniors y Racing Club de Argentina, el Blooming de Bolivia, y cuadros chicos de su país natal, el Rentistas y Bella Vista. Había realizado una gran Copa Conmebol con Sipesa, superando la primera ronda tras dejar fuera al Emelec de Ecuador, y siendo eliminado luego por el Mineiro de Brasil y sólo por penales. Paradojas de la vida, ya que el ‘Viejo’ se caracterizaba por ser un gran atajador de tiros desde los 12 pasos.


En 1994 Cristal fue una máquina, perdió menos de cinco partidos en todo ese año, fue el equipo con menos goles en contra, el más goleador, llegó casi a los 100 puntos en el torneo, cuando las reglas sólo daban dos por partido ganado, tuvo al mejor jugador del campeonato, el goleador del mismo, ganó todos los clásicos del año contra la u y alianza, la barra popular creció, y si mal no recuerdo, ese año también nació el himno del club, ése que dice que “somos la fuerza ganadora”. En el ’95 se esperaba una gran copa,   disputamos una excelente primera fase quedando en primer lugar, después de muchos años que un conjunto peruano no clasificaba a segunda ronda en esa posición. Recuerdo que en esa Copa hubo un gol que fue el más gritado por los hinchas celestes, el de Bica al Bolívar en la misma capital boliviana con el cual empatamos faltando poco para el final.


Y claro, el gol más bonito, si en 1994 se hizo el tanto más hermoso, para mí, del fútbol peruano de todos los tiempos, el de Maestri a la u en el Nacional, el de los 17 toques y los dos tacos como cereza del postre, en el ’95 Roberto el ‘Chorrillano’ Palacios se encargó de hacer el gol individual más bonito que he visto con esta hermosa camiseta celeste, se lo hizo al Caracas en los octavos de final de la Libertadores, ése en que se llevó a medio equipo venezolano, y previo taquito de Julinho, dejó sentado al arquero para meterla despacio y gritarlo muy fuerte frente a la tribuna de oriente.


(Foto: Pilar Olivares - Revista Once - 1997)


Pero seguimos con el ‘Viejo’, Julio César se convirtió en al gran arquero, recordado, ídolo, con canto propio que nació de la popular, el famoso “Baleeeeeerio, Baleeeerio…”, jugó en la selección, le tapó un penal nada menos que a Pablo Bengoechea y Enzo Franccescoli, los dos mejores jugadores uruguayos de la últimos 40 años. Sacó pelotas del gol increíbles, es cierto, para muchos su estilo era poco vistoso, pero tapaba excelente, atajador de penales, ganaba los mano a mano con los delanteros, guapeaba a los rivales y a las hinchadas enemigas, se burlaba se ellas, como en el ’94, cuando Amado Nunes se perdió el penal y el ‘Viejo’ se quedó echado panza abajo, con una pierna que movía de arriba abajo, apoyando su mentón en sus guantes y sonriendo burlonamente frente a la barra de color percudido. Así era Balerio, arquero de arqueros, llegó como predestinado al Perú y al Sporting.

Los hinchas jóvenes y chibolos de los ‘90s lo recordamos con cariño, porque sentimos identificación de él con el club. Era ajeno a las cámaras y las palabras de elogio, y no tenía pelos en la lengua para declarar. Salió mal de la institución, sí, pero esa es una cuenta de los dirigentes de ese momento que decidían mal, como hoy en día. La final de la Libertadores de 1997 era su consagración. Ya lo escribía antes, fuimos el mejor equipo sudamericano de ese año, la merecimos ganar, jugamos un gran fútbol, teníamos el mejor arquero, pero el destino a veces es mezquino con los héroes, pero como grandes titanes, morimos de pie, con la cabeza en alto.



Este pequeño artículo va dedicado a ese portero con el cual crecí siendo hincha, para ése jugador de fútbol que me hacía sentir orgulloso de ser celeste, por las vueltas históricas dadas desde la cancha o la casa, por las risas que nos arrancabas cuando te burlabas de los delanteros y simpatizantes rivales, por el cariño y admiración recíproca, por la nostalgia de aquellos años, por la esperanza del regreso a casa, por las futuras vueltas que vendrán con él en el banco de entrenador, por la raza, por todo eso, y muchas cosas más, este pequeño homenaje va dedicado al ‘Viejo’, con cariño…

*** Lunes, 24 de junio del 2013. Uno no sabe cómo reaccionar cuando llegan las noticias de esta manera. Uno prende la computadora en un día común y corriente, pero las malas noticias se te presentan así, de golpe. Este lunes 24 de junio se informó que Julio César Balerio falleció. No importan las causas, solo importa que ya no estás... Hasta pronto querido 'Viejo', esta lágrima va por ti... ¡Salud! ***



El 'Viejo' en Boca

                    Homenaje a Balerio en el San Martín - 1998

martes, 23 de febrero de 2010

EL ÚLTIMO PATRÓN CELESTE

Sábado 20 de febrero y antes que comience el partido contra Melgar la banda manda este cántico: "Olé olé olé olé Garay, Garay..", y luego: "Salud Garay..."; pero algunos jóvenes celestes despistados no cantaban porque no sabían a quién saludaba la barra. Por eso este pequeño espacio para recordar y también dar a conocer a esos nóveles hinchas cerveceros quién es Pedro Garay.


(foto: Revista El Gráfico - Argentina, 1996)

En 1992 Oblitas quería reforzar el medio campo celeste, específicamente la contención, con un jugador que sea el que ordene al equipo dentro del campo de juego, ése al que la prensa llama "el técnico dentro de la cancha". El 'Ciego' le echó el ojo a un paraguayo de piel oscura, de 30 años, de basta experiencia, con carácter fuerte, aguerrido, con voz de mando, en otras palabras, fue a buscar al patrón del plantel cervecero, ése era Pedro Garay. Lo trajo del popular Cerro Porteño, con muchos campeonatos ganados y con el recorrido necesario para apoyar a la juventud rimense que se venía consolidando, caso Palacios, Pablito Zegarra, etc. Era de esperarse, Garay sería el capitán desde 1992 en adelante.


En esa primera temporada Cristal solo se conformó con el subcampeonato nacional, y lo que más se recuerda de ese año es el partido que le ganamos a la letra 2 a 1 y quedándose con las ganas de dar la vuelta frente a la recién fundada barra popular rimense. Los triunfos para el 'Pelao', como era conocido en el Perú, llegarían en 1994 cuando regresó Oblitas como técnico del Sporting. También resalto la campaña en la Copa Libertadores 1993, donde quedamos entre los ocho mejores, y lo recalco porque fue un vaticinio de lo que se vendría pocos años después.


En 1994 el 'Pelao' Garay se consagró por primera vez campeón con la celeste en el pecho. Primero en el Torneo Apertura que se jugó antes del Descentralizado, le ganamos 4 a 1 al Ciclista Lima, una noche de en el Nacional y donde se clasificó a la Copa Conmebol. Y este recuerdo lo tengo claro: Sábado 29 de octubre del '94, un día antes de mi cumpleaños mi hermano me dio el mejor regalo de mi vida, me llevó por primera vez a ver a mi equipo, el Sporting Cristal, estaba a punto de cumplir 11 años y vi también por primera vez a la celeste campeón nacional. Como recordarán mejor los de la Gvardia Xtrema, esa tarde Pedro Garay no jugó el partido que empatamos con el Unión Minas porque estaba suspendido, pero el gran Capitán se quitó el buso y debajo de éste tenía el uniforme completo del equipo, todos sus compañeros dejaron que ese día, en el que el 'Pelao' no fue titular, recibiera la Copa de campeón, con la cinta de capitán en el brazo izquierdo, por ser su líder dentro y fuera del campo, por ser el otro técnico desde la cancha, por ser el otro personaje que, aparte del entrenador, daba los cafés cargados cuando el equipo se dejaba estar en los partidos, por eso es que Pedro Garay se convirtió en el último caudillo, el último Patrón y Capitán en todo el sentido de la palabra, que tuvo el Sporting Cristal. Y sin desmerecer a los últimos que han llevado la cinta después de él, nadie ha podido igualar su raza, su coraje.




 (foto: Revista El Gráfico - Argentina, 1996)

Pedro Garay es el complemento de buen fútbol que siempre ha practicado el Cristal. En su momento fueron  'Chito' Latorre, Eloy Campos  y el 'Flaco' Quesada, por citar nombres que he leído en diversos textos sobre la historia del club rimense. El 'Pelao' se compara con ellos porque mientras habían 10, 9 ú 8 jugadores con excelente trato de balón, con una exquisita técnica y de fútbol bien jugado, estos nombres que he mencionado se encargaban de dar el equilibrio a ese estilo de juego. Y que no se mal entienda, que Garay, haya sido el hombre fuerte en la marca no quiere decir que era un tronco y no jugaba bien a la pelota, todo lo contrario, el Capitán era el que recuperaba los balones y que también los repartía con criterio, siempre a un compañero de equipo y siempre al ras del piso.


Cuentan que en la Copa Libertadores de 1996, en el partido de ida de los octavos de final en Lima, sí, ése el del baile al mísmisimo River Plate (que después sería el campeón de ese año), los jugadores del equipo argentino, luego del encuentro y ya de regreso en su país, se quejaron con la prensa local de que los jugadores del Sporting de Perú parecían haber estado dopados por la forma cómo corrieron los 90 minutos del duelo, y además, hasta había un par de jugadores que hablaban un idioma ininteligible, que parecían poseídos por algún espíritu extraño porque no se les entendía nada... Estos jugadores eran pues, ni más ni menos que el propio Pedro Garay y su compatriota Stanislao Struway, que reforzó ese año el equipo, y se comunicaban hablando el dialecto de su país, el guaraní.




(Foto: El Bocón - 1995)


Pedro Garay se consagró en 1997, llegando a la final de la Libertadores, obviamente él era el capitán, y además tuvo que jugar algunos partidos como defensa central y ya no como volante, por las lesiones y suspensiones de otros jugadores. Y para que vean que la ineptitud dirigencial en Cristal no empezó en el siglo 21, en 1998 el capitán rimense, el que defendía estos colores con toda su raza guaraní, con toda su actitud, su coraje, su pecho caliente, ése patrón que metía miedo a los rivales, ése que no le tuvo miedo al chimpum talla 45 de 'Kanko' Rodríguez para meter la cabeza y darnos el bicampeonato del '95, ése que hacía que un capitancito de otro equipo que viste camisetas percudidas y que le decían el 'puma' se convirtiera en un gatito y huyera siempre a otro sector de la cancha para no toparse con nuestra gran ídolo, sí ÍDOLO; fue echado como uno más, junto con Balerio y Asteggiano. Eso de que Cristal no trata bien a sus ídolos no es algo nuevo, como ya sabrán.




 (Foto: DT, El Comercio, 2003)

Tengo 26 años, los chibolos que no lo conocían y no corearon su nombre el sábado pasado en la tribuna, rebusquen en la historia del Cristal y se encontrarán con este gran útlimo caudillo del medio campo celeste. Este capitán que en el '96, luego de ganarle a la letra un partido de Copa, se burló de su hinchada junto con Maestri, Magallanes y Orlando Prado, agitando los brazos como gallinitas, igual que la 'Pepa' años antes. Ese era Pedro Garay, se fue dolido por cómo lo sacaron del equipo, y regresó un día como un hincha más, se sentó en la tribuna, lejos del palco de honor, donde solo se sientan personajes que no merecen tal título, pero lo más importante es que regresó ya sin el resentimiento por el maltrato recibido por los dirigentes, sino, regresó profesando su amor por la camiseta celeste. Ahora sí, el 'Pelao' puede regresar a la cancha y todos gritaremos el clásico: ¡SALVD GARAY!


(Foto: El Bocón - 1995)




                  Gol de Pedro Garay - Cristal Bicampeón 1995