Recuerdos que no voy a olvidar...

Cada recuerdo, cada instante vivido, cada campeonato, cada gol, cada lágrima, cada anécdota, cada triunfo, cada derrota... Todo, absolutamente todo es una huella de nuestra existencia, de nuestra presencia que nada ni nadie borrará jamás.

miércoles, 7 de julio de 2010

Viejo, mi querido Viejo

Una noche de miércoles de 1993 en el Estadio Nacional, Sporting Cristal le ganaba 2 goles a 1 a alianza. El fin de semana tenía que jugar contra el Deportivo Sipesa, si ganaba clasificaba como subcampeón a la Copa Libertadores del año siguiente. Era un sábado soleado de diciembre. La Celeste jugó bien con el equipazo que tenía ese año,- lanzo algunos nombres: el brasileño Marquinho (su contratación fue el pase más caro de la historia del fútbol peruano), su compatriota Julinho, el ‘Coyote’ Rivera, Jorge Soto, Roberto Palacios, etc. – le llegó por todos lados el conjunto chimbotano, pero no pudo hacer el gol de la victoria. El responsable del cero a cero tenía nombre propio: Julio César Balerio. Esa tarde el ‘Viejo’ tapó de todo. El siguiente miércoles volvía a enfrentarse con alianza, empatamos 1 a 1 y quedamos fuera de la Copa por penales.


En 1994 Juan Carlos Oblitas regresó al Rímac para reemplazar al entrenador brasileño Juan Carlos Amaral. Lo del año anterior se consideró como un fracaso, Cristal había armado el ‘dream team’ y ni siquiera pudo llegar a la Libertadores. Pero el ‘Ciego’ tenía carta libre para hacer su equipo, y mezcló la juventud con la experiencia, que venía mayormente del extranjero. A Pablito Zegarra, Roberto Palacios, Jorge Soto, el retornó de Nolberto Solano, quien jugó a préstamo en Municipal en el ’93, se le sumó la consolidación del gran capitán paraguayo Pedro Garay, y la llegada de un recorrido y buen arquero uruguayo. El portero responsable de la eliminación de la Copa firmaba por el Sporting Cristal en el epílogo de su carrera, el ‘Viejo’ Balerio.



El ‘yorugua’ era un guardameta diferente para el fútbol peruano, él no rechazaba la pelota, daba pases largos, la ponía en la cabeza del delantero, había jugado en equipos como Boca Juniors y Racing Club de Argentina, el Blooming de Bolivia, y cuadros chicos de su país natal, el Rentistas y Bella Vista. Había realizado una gran Copa Conmebol con Sipesa, superando la primera ronda tras dejar fuera al Emelec de Ecuador, y siendo eliminado luego por el Mineiro de Brasil y sólo por penales. Paradojas de la vida, ya que el ‘Viejo’ se caracterizaba por ser un gran atajador de tiros desde los 12 pasos.


En 1994 Cristal fue una máquina, perdió menos de cinco partidos en todo ese año, fue el equipo con menos goles en contra, el más goleador, llegó casi a los 100 puntos en el torneo, cuando las reglas sólo daban dos por partido ganado, tuvo al mejor jugador del campeonato, el goleador del mismo, ganó todos los clásicos del año contra la u y alianza, la barra popular creció, y si mal no recuerdo, ese año también nació el himno del club, ése que dice que “somos la fuerza ganadora”. En el ’95 se esperaba una gran copa,   disputamos una excelente primera fase quedando en primer lugar, después de muchos años que un conjunto peruano no clasificaba a segunda ronda en esa posición. Recuerdo que en esa Copa hubo un gol que fue el más gritado por los hinchas celestes, el de Bica al Bolívar en la misma capital boliviana con el cual empatamos faltando poco para el final.


Y claro, el gol más bonito, si en 1994 se hizo el tanto más hermoso, para mí, del fútbol peruano de todos los tiempos, el de Maestri a la u en el Nacional, el de los 17 toques y los dos tacos como cereza del postre, en el ’95 Roberto el ‘Chorrillano’ Palacios se encargó de hacer el gol individual más bonito que he visto con esta hermosa camiseta celeste, se lo hizo al Caracas en los octavos de final de la Libertadores, ése en que se llevó a medio equipo venezolano, y previo taquito de Julinho, dejó sentado al arquero para meterla despacio y gritarlo muy fuerte frente a la tribuna de oriente.


(Foto: Pilar Olivares - Revista Once - 1997)


Pero seguimos con el ‘Viejo’, Julio César se convirtió en al gran arquero, recordado, ídolo, con canto propio que nació de la popular, el famoso “Baleeeeeerio, Baleeeerio…”, jugó en la selección, le tapó un penal nada menos que a Pablo Bengoechea y Enzo Franccescoli, los dos mejores jugadores uruguayos de la últimos 40 años. Sacó pelotas del gol increíbles, es cierto, para muchos su estilo era poco vistoso, pero tapaba excelente, atajador de penales, ganaba los mano a mano con los delanteros, guapeaba a los rivales y a las hinchadas enemigas, se burlaba se ellas, como en el ’94, cuando Amado Nunes se perdió el penal y el ‘Viejo’ se quedó echado panza abajo, con una pierna que movía de arriba abajo, apoyando su mentón en sus guantes y sonriendo burlonamente frente a la barra de color percudido. Así era Balerio, arquero de arqueros, llegó como predestinado al Perú y al Sporting.

Los hinchas jóvenes y chibolos de los ‘90s lo recordamos con cariño, porque sentimos identificación de él con el club. Era ajeno a las cámaras y las palabras de elogio, y no tenía pelos en la lengua para declarar. Salió mal de la institución, sí, pero esa es una cuenta de los dirigentes de ese momento que decidían mal, como hoy en día. La final de la Libertadores de 1997 era su consagración. Ya lo escribía antes, fuimos el mejor equipo sudamericano de ese año, la merecimos ganar, jugamos un gran fútbol, teníamos el mejor arquero, pero el destino a veces es mezquino con los héroes, pero como grandes titanes, morimos de pie, con la cabeza en alto.



Este pequeño artículo va dedicado a ese portero con el cual crecí siendo hincha, para ése jugador de fútbol que me hacía sentir orgulloso de ser celeste, por las vueltas históricas dadas desde la cancha o la casa, por las risas que nos arrancabas cuando te burlabas de los delanteros y simpatizantes rivales, por el cariño y admiración recíproca, por la nostalgia de aquellos años, por la esperanza del regreso a casa, por las futuras vueltas que vendrán con él en el banco de entrenador, por la raza, por todo eso, y muchas cosas más, este pequeño homenaje va dedicado al ‘Viejo’, con cariño…

*** Lunes, 24 de junio del 2013. Uno no sabe cómo reaccionar cuando llegan las noticias de esta manera. Uno prende la computadora en un día común y corriente, pero las malas noticias se te presentan así, de golpe. Este lunes 24 de junio se informó que Julio César Balerio falleció. No importan las causas, solo importa que ya no estás... Hasta pronto querido 'Viejo', esta lágrima va por ti... ¡Salud! ***



El 'Viejo' en Boca

                    Homenaje a Balerio en el San Martín - 1998